"Cuando yo tenía prosperidad, decía:
«¡Ahora nada puede detenerme!».
Tu favor, oh SEÑOR, me hizo tan firme como una montaña;
después te apartaste de mí, y quedé destrozado."
SALMO 30.6-7
"Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió." Hebreos 10.23
"Cuando yo tenía prosperidad, decía:
«¡Ahora nada puede detenerme!».
Tu favor, oh SEÑOR, me hizo tan firme como una montaña;
SALMO 30.6-7
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