jueves, 19 de enero de 2012

Un Evangelio sencillo

Todo corazón generoso se deleita al pensar que “a los pobres se les anuncia el evangelio.” Hermanos, para salvar a muchos la verdad debe de ser muy simple y fácil de ser entendida porque estos muchos están ocupados en su trabajo necesario. Desde la mañana hasta la noche sus manos tienen que ganar el pan perecedero, y sus pensamientos deben estar mayormente ocupados en su esfuerzo diario. Yo les concedo que muchos están demasiado absorbidos por los cuidados de su vida diaria; y por lo tanto, en buena medida, estarán impedidos por sus necesarias ocupaciones del estudio cuidadoso y del pensamiento constante, y deben tener una salvación que pueda ser entendida de inmediato, y sostenida sin la tensión del debate perpetuo.

Si los hombres no pueden salvarse sin semanas ni meses de estudio cuidadoso ciertamente se perderán. Tener un evangelio más allá de la comprensión ordinaria, equivaldría a no tener salvación. Nuestros trabajadores necesitan un evangelio que pueda ser escuchado y entendido mientras ganan su pan cotidiano. Debe ser claro como el sol, y sencillo como el A B C, que puedan verlo y luego guardarlo en la memoria. Denme un evangelio que pueda ser escrito en una línea del cuaderno de un muchacho o bordado en la labor de una muchacha; un evangelio que el más humilde campesino pueda aprender, y amar y vivir por él.

C. H. Spurgeon, "Un Evangelio sencillo para gente sencilla".

miércoles, 18 de enero de 2012

El Dios que amas, ama la santidad

"Dios no nos puliría tan duramente si no fuera para redimirnos de la suciedad que está incrustada en nuestra naturaleza. Dios ama tanto la pureza, que en lugar de ver una mancha en las vestiduras de un hijo, prefiere ver un agujero."

William Gurnall

Seis breves reglas para los creyentes

  1. Nunca descuides la oración privada diaria; y cuando ores, recuerda que Dios está presente y que El oye tus oraciones. (Hebreos 11:6)
  2. Nunca descuides la lectura diaria de la Biblia en privado, y cuando leas recuerda que Dios te está hablando y que debes creer y actuar sobre lo que El dice. Creo que toda defección comienza por el descuido de estas dos reglas. (Juan 5.39)
  3. Nunca dejes pasar un día sin intentar hacer algo por Jesús. Reflexiona cada noche sobre lo que Jesús ha hecho por ti, y entonces pregúntate: ¿Qué estoy haciendo por El? (Mateo 5.13-16)
  4. Si tienes dudas de si una cosa es buena o mala, ve a tu habitación, arrodíllate y pide la bendición de Dios para esa cosa. Si no puedes hacerlo, es mala. (Romanos 14.23)
  5. Nunca tomes tu cristianismo de los cristianos, ni argumentes que porque tales y cuales personas hacen esto o aquello, tú también puedes (2 Corintios 10.12). Lo que has de preguntarte es: "¿Qué haría Cristo en mi lugar?", y luego esfuérzate en seguirle. (Juan 10.27)
  6. Nunca hagas caso del sentimiento de éste contradice la Palabra de Dios. Pregúntate: "¿Puede ser verdadero lo que siento, si la Palabra de Dios es verdadera?" Y si ambos no puedes ser verdad, entonces cree a Dios y acepta que tu corazón es engañoso. (Romanos 3.4; 1 Juan 5.10-.11)


Brownlow North.

sábado, 14 de enero de 2012

Sobre el chisme en la iglesia

"¿No sería una gran degradación de tu oficio si mantuvieras un ejército de espías en tu nómina para informarte sobre todo lo que tu gente habla sobre ti? Y es básicamente lo mismo si permites que ciertos personajes vengan a ti con los más recientes chismes . Espanta tales criaturas. Aborrece tales sirvientas chismorreosas de la discordia y hacedores de maldad. Los que traen también llevan y sin duda los chismes van de casa en casa reportando cada observación de tus labios con abundancia de adornos adicionales. Recuerda que, así como el que recibe es tan malo como el ladrón, el que escucha el escándalo comparte en la culpa. Si no hubiesen oídos no habrían lenguas murmuradoras. Mientras seas comprador de calumnias, la demanda creará oferta y las factorías de falsedades trabajarán a toda marcha. Nadie quiere hacerse procreador de mentiras, no obstante, quien escucha tales difamaciones con placer y las cree con prontitud, ciertamente engendrará muchos de estos hijos a vida."

C. H. Spurgeon, dicho a sus estudiantes pastolares.

"Cuídate del pecado, alma mía."

“Cuando veo dentro de mi corazón y percibo su infinita maldad , creo que es un abismo más profundo que el infierno. Cuando oro, peco; cuando predico, peco; tengo que arrepentirme de mi arrepentimiento; y mis lágrimas necesitan lavarse en la sangre de Cristo.”

Jonathan Edwards

viernes, 13 de enero de 2012

No lo que mis manos han hecho

"No lo que mis manos han hecho puede salvar mi alma culpable;
No lo que el trabajo duro de mi carne ha soportado puede restaurar mi espíritu .
No lo que siento o hago puede darme paz con Dios;
No todas mis oraciones, suspiros y lágrimas pueden soportar mi terrible carga.

Tu voz solamente, Señor, puede hablarme de gracia;
Tu poder solamente, Hijo de Dios, puede borrar todos mis pecados.
Ninguna obra sino la Tuya, no hay otra sangre que lo haga;
Ninguna fuerza sino la tuya puede soportarme de forma segura.

Alabo al Cristo de Dios; descanso en el divino amor;
Y con inalterable labio y corazón le llamo Salvador  mío.
Mi Señor ha salvado mi vida y me ha dado gratuito perdón;
Lo amo porque Él me amo primero, yo vivo porque Él vive."


'Not what my hands have done'
Horatius Bonar (1861)





jueves, 12 de enero de 2012

Ora, aunque el infierno se oponga

“El pueblo de Dios no ignora las muchas tretas, trucos y tentaciones que el diablo usa para hacer que una pobre alma, verdaderamente deseosa de tener al Señor Jesucristo, llegue a cansarse de buscar el rostro de Dios, y a pensar que Él no quiere tener misericordia de ella. “Sí”, dice Satanás, “puedes orar cuanto quieras, pero no prevalecerás. Mira tu corazón: duro, frío, torpe y embotado. No oras con el Espíritu, no oras con verdadero fervor; tus pensamientos se van tras otras cosas cuando aparentas estar orando a Dios. Fuera, hipócrita; basta ya; es en vano que sigas luchando.” He aquí, pues, que si el alma no está bien avisada, clamará al momento: “¡El Señor me ha abandonado, mi Dios me ha olvidado!” Mientras que la que está debidamente informada e iluminada dice: “Bien, buscaré al Señor y esperaré; no cejaré, aunque no me diga ni una palabra de consuelo. Él amaba apasionadamente a Jacob, pero le hizo luchar a brazo partido antes de obtener la bendición.” Los aparentes retrasos en Dios no son pruebas de su desagrado; a veces es posible que oculte su rostro de los santos que más ama. Le agrada en extremo mantener a los suyos en oración, y hallarles continuamente llamando a la puerta del cielo. Acaso sea, dice el alma, que el Señor me prueba, o que le agrada oír cómo le presento, gimiendo, mi condición.

Mi Dios llegó hasta mí




















"Oh, largas y lóbregas fueron las escaleras que recorrí
con pies temblorosos para hallar a mi Dios.
Ganando un peldaño poco a poco
para después resbalarme y perderlo.

Nunca avancé mucho pero sigo luchando
con agarre debilitado y voluntad endeble,
sangrando en mi ascenso escalado a Dios, mientras Él
sonreía serenamente como si no pudiera notarme.

Luego llegó un cierto momento en que
aflojé mi aprehensión y caí desde aquella altura;
abajo, hasta el escalón más bajo fue mi caída,
como si no hubiera escalado en absoluto.

Ahora, cuando yacía tendido en mi desesperanza,
escucho ... una pisada en la escalera,
en esa misma escalera donde yo temí,
donde vacilé y caí para yacer desmayado.

Y miré, y cuando la esperanza había dejado de ser,
mi Dios descendió por la escalera y llegó hasta mí."

Autor romano anónimo.

Rodeado de Su poder

Este es una oración de Dietrich Bonhoeffer, un pastor y teólogo alemán que participó en el movimiento de resistencia contra el nazismo, fue escrita desde su celda en la prisión de Tegel (Alemania) en diciembre del 1944.

"Fiel y tranquilo, rodeado de sus poderes
Maravillosamente resguardado y consolado
Así quiero vivir estos días con ustedes
Y pasar a un nuevo año a vuestro lado

Y si lo antiguo quiere atormentar nuestras almas
Si aún los días malos nos oprimen y nos resultan una pesada servidumbre
¡Oh Dios! Da a nuestras sobresaltadas almas
La salvación para la cual creaste al hombre

De sufrimiento, llena hasta casi rebalsar
Nos entregas la dura copa, amarga
La tomamos agradecidos sin temblar
De tu mano buena y amada

Consejos para escuchar la Palabra con provecho

1. Lee y medita mucho la Biblia en privado; así entenderás mejor lo que se predica en público y podrás distinguir si lo que se dice es de Dios o no. Si no conoces la Palabra, lo que se predique te resultara extraño y de poco provecho.

2. Busca el lugar con la enseñanza más clara, definida y convincente que puedas hallar. Es inmensa la diferencia que hay entre ser enseñado por un predicador juicioso, claro, preciso y capaz, que por uno ignorante, ambiguo, indefinido y seco, cuya predicación es una mezcla de ideas sin digerir. Un maestro ignorante no te va a hacer un cristiano entendido, y uno que predica erráticamente no te va dar un crecimiento sano ni te establecerá bien en la verdad.

3. No oigas la Palabra con un corazón descuidado como si no tuviera importancia para ti. Escúchala consciente de tu necesidad y de la responsabilidad e implicaciones de lo que oyes. Si entiendes lo que esa Palabra significa para tu alma y si la amas como la Palabra de vida, entenderás mejor cada verdad predicada. El que no ama ni necesita algo, no se interesa en oírlo; pro si entendemos la excelencia y necesidad de la Palabra, nuestro amor y atención serán estimulados y nos será fácil entender lo que se predica.

martes, 10 de enero de 2012

Salmo 79





SALMO LXXIV

Versículos
1—11. Las desolaciones del santuario.
12—17. Ruegos por fe que dé ánimo.
18—23. Peticiones de liberación.

Vv. 1—11. Este salmo parece describir la destrucción de Jerusalén y del templo en manos de los caldeos. La situación deplorable del pueblo de Dios en aquel tiempo es expuesto ante el Señor y se deja en sus manos. Alegan las cosas grandes que Dios ha hecho por ellos. Si la liberación de Israel de Egipto fue un estímulo para tener esperanza de que Él no los desecharía, mucho más razón tenemos nosotros para creer que Dios no desechará a ninguno de los que Cristo redimió con su sangre. —Los infieles y los perseguidores pueden silenciar a los ministros fieles, cerrar lugares de adoración y decir que van a destruir al pueblo de Dios y su religión. Por largo tiempo pueden prosperar en sus intentos y los siervos de Dios, oprimidos, pueden no ver perspectivas de liberación; sin embargo, hay un remanente de creyentes, la simiente de una cosecha futura, y la Iglesia despreciada ha sobrevivido a quienes una vez triunfaron sobre ella. Cuando más amenaza la fuerza de los enemigos, consuela refugiarse en el poder de Dios por medio de la oración fervorosa.

domingo, 8 de enero de 2012

Dios se mueve de manera misteriosa

Dios se mueve de una manera misteriosa
para realizar sus maravillas;
planta sus huellas en el mar
y cabalga sobre la tormenta.

Santos temerosos, cobrad nuevo valor;
las nubes que tanto teméis
están hinchadas de misericordia y se abrirán
con bendiciones sobre vuestras cabezas.

No juzguéis al Señor con vuestros
débiles sentidos,
sino confiad en su gracia;
detrás de una providencia de ceño fruncido
Él esconde un rostro sonriente.

Sus propósitos madurarán con rapidez,
abriéndose hora tras hora;
el capullo tendrá amargo sabor,
pero dulce será la flor.

La ciega incredulidad yerra con seguridad,
Y escudriña en vano su obra;
Dios es su propio interprete,
y Él es quien la dará a conocer.

William Cowper ("God moves in a mysterious way" - "Dios se mueve de manera misteriosa")

viernes, 6 de enero de 2012

¿De dónde viene este temor e incredulidad?

Hermanos, me dispuse traducir este himno para gloria de Dios y el aliento de todos los que son de Cristo. Fue escrito por Augustus Toplady, el mismo autor de quien cantamos en español el himno "Roca de la eternidad". A mi parecer este himno es un claro eco (sino un grito) a Romanos 8.34:

"¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros."

Espero que sus corazones puedan ser conmovidos con este maravilloso himno y si están pasando por temor o incredulidad enfrenten a estos dos dragones con el precioso y perfecto sacrificio de nuestro Señor Jesucristo.


¿DE DONDE VIENE ESTE TEMOR E INCREDULIDAD?

¿De dónde viene este temor e incredulidad
si Dios mi Padre, sometió a padecimiento
a su Hijo inmaculado por mi?

¿Puede Él, el justo Juez de los hombres,
condenarme por la deuda del pecado
que, Señor, fue cargada sobre Ti?

Tú has hecho una expiación completa,
el más mínimo centavo pagaste,
todo lo que Tu pueblo debía,
entonces ¿puede la ira tener lugar sobre mi
si estoy al abrigo de Tu justicia
y rociado con Tu sangre?

Si El adquirió mi inmundicia
y libremente sufrió en mi lugar
toda la ira divina,
el pago de Dios no cobrará dos veces
primero a mis sangrantes Manos de garantía,
y luego otra vez a la mías

Vuelve, pues, alma mía a tu descanso,
a los méritos de tu Gran Sumo Sacerdote
que habla paz y libertad:
Confía en su sangre eficaz,
no temas al destierro de Dios
puesto que Cristo murió por ti.

jueves, 5 de enero de 2012

Una busqueda sencilla

El autor del clásico libro inglés The Cloud of Unknowing ("La Nube de lo Desconocido"), nos dice como podemos hacerlo: "Eleva tu corazón a Dios con amor humilde y sincero, y búscalo a él, y no a sus dones. Piensa en Dios y busca solo a Dios, solo por lo que Dios es. Esta es la obra del alma que más agrada a Dios!"

También recomienda el mismo autor que al orar nos despojemos de todo, hasta de nuestra teología, pues ''basta la intención desnuda que se dirige a Dios sin apelar a ningún otro recurso, sino dependiendo únicamente de él." Por debajo de estos pensamientos descansa la verdad del Nuevo Testamento, pues sigue explicando que "Dios te ha hecho, y te ha comprado, y movido por su tierna gracia, te llama!" Lo que él quiere es la sencillez. "Si queremos que se nos dé la religión envuelta y arrollada en una sola palabra, esta una palabra de dos sílabas, que por su misma pequeñez concuerda con la obra del Espíritu. Esta palabra es AMOR!"


Tomado de "La Busqueda de Dios" de A.W. Tozer.

miércoles, 4 de enero de 2012

Una mente tentada

"El creyente no es culpable de pecado por el mero hecho de tener tales pensamientos [malos o blasfemos]. El creyente solamente es culpable de pecado si cree estos pensamientos."


John Owen

martes, 3 de enero de 2012

Urgencia por las almas

"Si los pecadores han de ser condenados, por lo menos que salten al infierno sobre nuestros cuerpos. Si van a perecer, que se pierdan con nuestros brazos alrededor de sus rodillas pidiéndoles que se queden. Que nadie tenga que ir allí sin que se le allá alertado, ni sin que le hallamos rogado a Dios por ellos."


Charles Spurgeon

lunes, 2 de enero de 2012

Soy pecador

Si confieso que soy pecador no lo hago para jactarme de que no haya juicio alguno para con las transgresiones de los hombres, ni lo hago para victimizarme o aminorar mis iniquidades, al contrario, si confieso que soy pecador lo hago para dar a conocer que he ido en contra de Dios y su estándar de rectitud, que por esta causa me convierto en el peor criminal y Dios es bueno y justo al condenarme por mi rebeldía.

Si confieso que soy pecador es para declarar que como todo hombre estoy perdido y todos mis esfuerzos y obras para acercarme a Dios son inmundas e imperfectas.

Si confieso que soy pecador es para dolerme por mi condición, para lamentar mi estado y para meditar sobre mis inclinaciones y malos caminos.

Si confieso que soy pecador es para abrazar a Cristo, pues en la cruz ha llevado toda mi maldad y ha recibido el castigo que yo merecía, satisfaciendo así la justicia de Dios.

Si confieso que soy pecador es para declarar que en mi no hay justicia alguna y aferrarme a la justicia de Cristo por la fe solamente.

Si confieso que soy pecador es para aborrecerme a mi mismo, mi pecado, mis pasiones desordenadas y rogar que Cristo sea formado en mi.

Si confieso que soy pecador es para caminar en el temor de Dios, sabiendo que mi corazón es engañoso y necesito urgentemente de la guía de su Santo Espíritu.

Si confieso que soy pecador es para que la gracia de Dios acuda en mi ayuda, pues nada puedo hacer sin ella.

Si confieso que soy pecador es para reconocer que he sido un usurpador de la gloria de Dios y que en Cristo deseo volver a darle la gloria que corresponde.

Si confieso que soy pecador es para recordarme lo que era y aferrarme a lo que Cristo me promete, que en su gloria he de ser redimido.

Si confieso que soy pecador es para que mi orgullo muera y mi corazón alabe al que me salvó por su amor y misericordia.

Si confieso que soy pecador no es para retener mis pecados sino para retener el glorioso Evangelio de Jesucristo, que salva a pecadores como yo.

Si confieso que soy pecador no es para perseverar en mis pecados, sino para vivir para Aquel que me rescató de mi vana manera de vivir.

Si confieso que soy pecador es para declarar que toda bondad que haya en mi vida no proviene de mí, sino de Dios quien trabaja paciente y amorosamente en mí.



"Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero." (1 Timoteo 1.15)

Por Edison Ovalle, un pecador salvado por gracia.

SÓLO A DIOS SEA LA GLORIA.
 
 
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